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Cieza.es | 3 de junio de 2020 a las 14:05
La cosa parece sencilla. Dice el pregonero de este año que proclamar la Navidad no es otra cosa que rememorar el nacimiento de Cristo. Consciente de que se viven tiempos de incertidumbre por no decir algo peor, asegura que queda algo a que aferrarse: la fe.
Miguel Juliá García (Cieza, 1965) -que en vísperas del pregón de Navidad en la iglesia de San Joaquín tras la misa de doce exhibe una actitud esperanzadoramente alegre- define el texto como "un mensaje personificado sobre la Navidad. Huiré de la nostalgia y los recuerdos de la infancia, aspectos muy recurrentes cuando se habla de esta celebración religiosa. Soy creyente y practicante, y quiero centrarme en su significado".
Un pregón en el que se contará poco y se dirá mucho sin armarse de retóricas que oscurezcan su compromiso social y humano. "En realidad -asegura- no aspiro a conseguir grandes objetivos porque no se trata de predicar. Sin embargo, pregona que algo queda. Me conformo con que hagamos una reflexión sobre el significado de la Navidad". El reto que tiene por delante es intentar quedar lo mejor posible, "porque tengo una responsabilidad".
"Mi modesta esperanza es que el público se plantee qué podemos hacer los creyentes para que la Navidad sea lo que debe ser". Miguel, preocupado por cómo hacer llegar su mensaje, guarda silencio, se lo piensa dos veces y continúa: "Opino que el sentido de la Navidad se está devaluando por completo, no se vive con el espíritu que debiera y se ha convertido en una fiesta más".
Este maestro de profesión, casado y con una hija, afirma sentirse encantado con el nombramiento. "Estoy muy agradecido a la Cofradía de la Santa Verónica por este honor aunque no sé que habrá visto en mí. Pero quiero pensar que no me han elegido por mis cualidades, sino por mi vinculación a Cáritas Cieza. Las personas que han pensado en mi han sido muy generosas conmigo, y me llena de ilusión que me den esta oportunidad".
Al escucharlo se perciben las preocupaciones interiores que sacuden a las personas. Una de las virtudes es que mantiene una postura crítica con lo que ocurre a su alrededor. Y tiene claro que solo es legítima una economía que busque una sociedad más justa. En este sentido, quedan en evidencia la falta de ética en las finanzas, y las actuaciones gubernamentales, que olvidan a los débiles. Por ello, opina que "es necesaria la actuación urgente de todos y cada uno para regenerar moralmente la vida".
Juliá devana la madeja de los recuerdos y habla de su familia, además de desgranar emotivos momentos vividos junto a su recordada madre. Traza de ella una breve semblanza, destacando los valores que le inculcó. De su madre, Aurora, dice que estará muy presente este domingo durante el pregón, además de sus dos tías, María y Antonia. "De ellas he aprendido a ser mejor persona", apostilló.
Recuerda el eslogan 'Vive sencillamente para que otros, sencillamente, puedan vivir' que Cáritas eligió para la campaña institucional de 2011-2012 con el objetivo de "proponer a la ciudadanía y a la comunidad cristiana la invitación a vivir y practicar una serie de valores para hacer posible una sociedad con futuro, una sociedad renovada más justa y fraterna, más solidaria y cercana a la realidad de quienes viven en pobreza y exclusión".
A su juicio, "hay una crisis de valores. Por ello, anunciar y proponer estos valores con el objeto de vivir un estilo de vida más evangélico y humano, nos lleva a dar pasos más concretos y comprometidos. Se trata de un lema que quiere, ante todo, apelar a nuestro compromiso personal y social, como miembros de una misma comunidad global, la familia humana. Reflexionemos juntos sobre la necesidad de un nuevo modelo de desarrollo y economía que ponga como centro el bien del ser humano".