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Cieza.es | 3 de junio de 2020 a las 14:05
¿Se han fijado alguna vez en la madurez que adquiere una persona con un libro o con un instrumento musical en sus manos? En ella, en esta ciudad, de entre los productos más conocidos fabricados allí, estaban los pianos. También se conoce por ser cuna de la construcción de cochecitos de niño, por sus productos químicos y por las máquinas para la extracción y tratamiento de lignito crudo. A partir de mediados del siglo XIX, la antigua y episcopal localidad alemana de Zeitz, ubicada en el río Weiße Elster, en el centro del triángulo de los estados federados de Sajonia-Anhalt, Turingia y Sajonia, se transformó en una moderna urbe industrial. Es actualmente el hogar de unos 46.000 habitantes, uno de ellos, el ciezano Miguel Ángel Lucas Lorenzo. Es concertista, toca la viola por el mundo.
"Antes viví en Leipzig, que es mucho más grande, a donde me trasladé desde Suiza debido al trabajo. Eso fue en 2004. Luego, en 2009, me vine a Zeitz a vivir con mi mujer. Es el sitio que mejor nos combinaba a los dos".
Miguel Ángel no tiene un lugar fijo de trabajo, lo mismo un mes le toca en Tokio que, al siguiente, en Bogotá. "Soy músico, vivo de los conciertos que salen, fundamentalmente con mi grupo fijo, el Cuarteto Arriaga. Para ensayar tenemos un estudio alquilado en Leipzig, donde nos encontramos todos (sólo un miembro de cuarteto vive en Leipzig, dos viven en Berlín y yo en Zeitz). Luego, aparte de los ensayos, hay que hacer un buen montón de trabajo de correspondencia, facturas y demás, que puedo hacer en mi casa. Y por supuesto, los conciertos tienen lugar en lugares muy variados. Por ejemplo, en este año hay o ha habido conciertos en Córcega, Japón, Colombia, y por supuesto, Alemania y España".
Y en los intersticios de tiempo en los que no se encuentra viajando, su día a día es... "pues hay dos posibilidades: o es un día de ensayo o no lo es. Si hay ensayo, cojo un tren de cercanías en dirección a Leipzig y me dirijo al estudio. Ensayamos mañana y tarde, después de lo cual cojo el tren de vuelta a Zeitz. Si no hay ensayo, entonces me dedico a estudiar (siempre hay un buen montón de obras nuevas que tenemos que aprender) y a hacer trabajo de oficina. Éste nunca falta".
El grupo de música de cámara al que pertenece es un cuarteto de cuerda clásico, dos violines, viola y violonchelo. Dos españoles (el otro es de Bilbao), un argentino y un francés. "Así es el mundo ahora, por lo menos el de la música. Llevamos tres años juntos y bastantes más de experiencia en la música de cámara de proyectos anteriores. Nuestro repertorio abarca desde el más clásico para el género hasta lo más actual, desde Bach a, por ejemplo, los dos estrenos absolutos de compositores españoles en nuestro último concierto en Bilbao. Hay además una cosa que hacemos con mucho gusto y todo lo que podemos, que es tocar música clásica española, empezando por Juan Crisóstomo de Arriaga, quien da nombre a nuestro cuarteto, hasta la actualidad. La verdad es que es un trabajo estupendo que da muchas satisfacciones. Lo mejor son los viajes en los que conoces gente nueva y maravillosa, como en nuestro viaje a Japón de este año, que ha sido espectacular".
Nos confiesa que el trabajo es intenso y no queda demasiado tiempo para el ocio. "A decir verdad, poco. Zeitz es una buena ciudad para vivir, pero no destaca por su oferta cultural. Es una maravilla para pasear y montar en bicicleta, hay parques, ríos, montes, de todo, y yo y mi mujer lo hacemos a menudo, pero no hay casi otro tipo de oferta, aunque, parece que, de aquí a poco, van a reabrir el cine local. De todas formas, todos mis amigos viven en Leipzig, que está muy cerca, de modo que nuestro tiempo libre está un poco orientado a aquella ciudad. Además, en las cercanías hay muchos teatros, orquestas y exposiciones de todo tipo: en Gera, en Altenburg, en Naumburg... todo en un radio de unos 25 km o menos".
Le gusta la ciudad en la que vive porque "es tranquila y cómoda", aunque... "pues no sabría decir. Estoy muy a gusto aquí, lo que no significa que sea un sitio ideal. Es una ciudad de la que se han marchado montones de personas, la edad media es muy alta, pero estoy muy bien aquí. Las gentes de por aquí se diferencian en poco o nada de los españoles. Antes de vivir en Alemania viví en Italia y en Suiza, y después de mucho tiempo he llegado a la conclusión de que eso que se llama Europa realmente existe. La gente tiene un sistema de vida parecido, preocupaciones iguales y piensa de la misma manera. Hay diferencias, pero superficiales. O sea, cuando se juntan a comer no comen paella o gachamiga, sino otras cosas, pero a mí me parece secundario. Cuanto más conozco, menos diferencia encuentro. Aquí tengo muchos y muy buenos amigos, entre ellos muchos españoles. Mi mujer es alemana. De mi propia familia no hay nadie. La tengo en Cieza y, claramente, es lo que más echo de menos, además de algunas cosas de comer que no se encuentran en Alemania".
Se lamenta de que no puede venir a Cieza tan a menudo como le gustaría a ver a sus padres.
Respecto a la posibilidad de desarrollar su profesión en España, prácticamente, lo descarta. "Lo veo imposible si se piensa cuál es mi trabajo. Yo soy músico, me dedico a la música clásica, y desarrollar una carrera artística en la música de cámara en España es extraordinario, y hacerlo desde Cieza aún más difícil. Si vivir en Cieza fuera compatible con mi trabajo, quizá, aunque ahora tengo lazos fuertes en Alemania".
Según ha podido percibir, los alemanes observan las más de las veces a España desde la perspectiva del ocio y el tiempo libre. Un lugar para viajar de vacaciones.
"Realmente no sé cómo calibrar la respuesta sobre cómo nos ven. Para empezar, por razones de trabajo, me muevo mucho entre españoles y entre alemanes emparentados con españoles, lo que sesga claramente la información. A veces he oído tópicos, las más de las veces aprecio. Muy a menudo, España es para los alemanes un sitio al que se va de vacaciones, y no conocen otra faceta del país. Por otro lado, es impresionante la cantidad de gente que aprende español y se interesa por la cultura española. A ratos parece que en cada grupo de personas hay una que habla español. En fin, difícil de decir".
En Alemania la gente está tan harta de la crisis como en España y de oír hablar de ella todo el tiempo. Lo dice Miguel Ángel. Cree que los medios de comunicación, a veces, son un poco soberbios al respecto, "pero es que la gente tiene realmente la impresión de que Alemania no hace más que pagar y pagar y prestar dinero sin ningún criterio financiero, sino político, o sea, prestando dinero a sabiendas de que seguramente no lo recuperarán, en vez de invertirlo en la propia Alemania, que tiene sus propios problemas. Como siempre, cuando hay crisis, aquí como en España y en todas partes, siempre hay quien busca cargarle la culpa a otro".
El vástago de la ciezana familia Lucas Lorenzo se despide deseando "¡mucha suerte!" a todos los que quedamos aquí.